En un operativo sin disparos, el ejército colombiano liberó a 57 soldados que habían sido retenidos por habitantes de la región del Cauca. Las autoridades sostienen que los responsables actuaron bajo órdenes del grupo rebelde EMC, vinculado al narcotráfico.
El secuestro comenzó tras la detención de un presunto miembro del EMC, lo que desató tensiones en una zona donde más del 90% de los habitantes depende del cultivo de coca para sobrevivir.
Las fuerzas armadas desplegaron refuerzos tras fallidos intentos de mediación. El operativo final permitió la liberación de los militares y la detención de 20 personas involucradas en el hecho. Esta acción subraya la complejidad de las dinámicas entre las fuerzas de seguridad, la población local y los grupos armados en regiones marcadas por la economía ilegal



