El ambicioso proyecto de ley presupuestaria impulsado por Donald Trump sigue su curso en el Congreso, luego de una votación ajustada en el Senado. Sin embargo, aún enfrenta resistencia dentro del propio partido republicano antes de convertirse en ley.
La propuesta, que incluye recortes sociales y reducciones fiscales, podría aumentar el déficit nacional en más de 3 billones de dólares en la próxima década, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Algunos legisladores conservadores han expresado su rechazo por considerar que debilita la salud financiera del país.
Otro punto crítico son los recortes a Medicaid, el programa de salud para personas con bajos ingresos. Legisladores de distritos más vulnerables temen que la medida perjudique a millones de ciudadanos y debilite su propia base electoral.
La Cámara de Representantes debe votar una versión final antes del 4 de julio. El resultado definirá no solo la política económica del segundo mandato de Trump, sino también la cohesión interna de su partido.



