Una potente erupción volcánica ha comenzado en la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, provocando evacuaciones urgentes en la localidad de Grindavík y zonas industriales cercanas. La actividad volcánica, acompañada de más de 1,000 sismos en menos de 48 horas, ha generado grietas en carreteras y amenaza con afectar las rutas aéreas internacionales.
Especialistas temen que la actividad pueda prolongarse por semanas, como ocurrió en 2023, lo que tendría un impacto directo en el turismo, la seguridad energética y la economía islandesa.



