New Fortress Energy (NFE) enfrenta cuestionamientos del gobierno tras negarse a extender un contrato de gas para 14 unidades temporales en Palo Seco y San Juan, lo que podría afectar la generación de energía y aumentar costos por el uso de diésel.
Además, la empresa no ha entregado tres generadores adjudicados con fondos federales, supuestamente condicionando su entrega a la firma de un contrato mayor a 15 años. Las autoridades consideran esta postura como una táctica de presión.
El director de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas, Josué Colón Ortiz, también expresó preocupación por el control que mantiene NFE sobre la única instalación en el norte de la isla capaz de recibir gas natural, lo que plantea riesgos de monopolio.
El gobierno evalúa alternativas para recuperar el control sobre estos activos estratégicos y garantizar el abasto energético sin depender exclusivamente de NFE.



